lunes, 27 de enero de 2014

¡Vaya! La Haya trazó otra raya

10 claves preliminares de un fallo


1. El fallo se pareció a una elección. Todos ganamos y sólo fue cuestión de interpretarlo. Pero, como en una elección, efectivamente hay aspectos en los que se gana y aspectos en los que se pierde. Perú ganó nuevo mar en calidad de zona económica exclusiva (no soberanía ni mar territorial, como erróneamente dijo el presidente Humala) y Chile logró que fuera reconocido para siempre el límite marítimo basado en el paralelo a partir del Hito 1, y no del Punto Concordia como pretendía Perú.

2. Chile no perdió ni un milímetro de soberanía marítima, que sólo corresponde a las primeras 12 millas a partir de la costa, y que se mantiene incólume hasta el mismísimo paralelo por el norte, donde el límite estaba, según Chile, hasta ahora.

3. Los más directos afectados potenciales por un eventual fallo adverso (los pescadores artesanales de Arica) no perdieron nada. Su área de operaciones no sufre ninguna alteración. El Estado (y todos los chilenos) podrá ahorrarse subsidios y compensaciones, sin perjuicio de que toda esta historia debiera obligarnos a repensar las políticas para nuestras zonas extremas.

4. Los sucesivos gobiernos chilenos manejaron mucho mejor que los peruanos las expectativas de sus ciudadanos. Chile logró retener más de lo que esperaba o temía perder… y Perú no consiguió todo lo que se ilusionó con obtener. Claramente, las “sensaciones ambientales” en cada país sugerían lo contrario hasta la mañana de este 27-E.

5. La Corte innovó y desplegó “creatividad” jurídica, al obviar parte de las argumentaciones de uno y otro, y crear una línea divisoria que nadie planteó jamás, como es la línea equidistante hacia el suroeste, a partir de la milla 80. La Haya inventó "otra raya"...

6. La Corte generó jurisprudencia al aplicar un criterio práctico para sostener su decisión, como es el uso efectivo, posible y actual, del mar frente a nuestras costas, que no va más allá de las 60 millas, teniendo en cuenta que, cuando mucho, hasta esas lejanías llega la concentración casi total de recursos marinos explotables. ¿Por qué resuelve que la milla 80, y no la 60, es el punto razonable? Falta revisar con detención el texto íntegro del fallo para comprenderlo.

7. La Corte dejó abierta una interrogante que pocos mencionaron este lunes: lo que debiera ocurrir con el triángulo terrestre comprendido entre a) el Hito 1, b) el punto en que el paralelo nacido en el Hito 1 se topa con la bajamar, y c) el Punto Concordia. La Haya sólo traza el límite marítimo desde el segundo punto (b) mencionado hacia el oeste, y no se pronuncia sobre los límites terrestres, que en rigor no fueron sometidos a su consideración. De manera que Chile seguirá sosteniendo que el límite terrestre entre el Hito 1 y la bajamar está dibujado justo sobre el paralelo, y Perú podría seguir sosteniendo que el Hito 1 debiera ser considerado un segundo punto limítrofe, después del Punto Concordia, hasta donde entendemos no cuestionado ni ratificado por la Corte como punto de límite terrestre. Esa tesis implicaría que la frontera terrestre (según Perú) tendría que recorrer la línea de bajamar de norte a sur, desde el paralelo (b) hasta el Punto Concordia (c), para “devolverse” en diagonal hacia el noreste, hasta el Hito 1 (a). Extrañísimo. ¿Puede ser esta arista dudosa un punto de partida para una eventual demanda boliviana? (ver número 10).

8. Lo más valioso del fallo es que zanja una diferencia de manera definitiva, abriendo una etapa nueva en la floreciente relación entre los dos países, los más prósperos y crecedores de esta parte del mundo, donde chilenos y peruanos sólo tenemos progreso por ganar. Las reacciones primitivas de algunos llamados “nacionalistas” que no suelen ser más que penosos imbéciles, no podrán impedirlo. Chile y Perú dieron una demostración al mundo de respeto al derecho y trabajo serio por la paz.

9. El debate sobre un eventual retiro del Pacto de Bogotá que nos libere a futuro de litigios en La Haya nada permitiría lograr frente al contencioso con Bolivia, ya en curso y sin vuelta atrás (y donde Chile, más ahora, puede dar por descontada una victoria), y sólo nos expondría a resolver las diferencias de la peor forma. ¡Por favor, racionalidad!

10. Paradójicamente, el fallo de este 27-E es menos malo para Bolivia de lo que podía esperarse, porque en lugar de “estrechar” el océano frente a Chile por una línea equidistante que hubiera comenzado en el Hito 1 (o, peor aún, en el Punto Concordia), deja abierta una posibilidad que por ahora es ficción: una salida con mar disponible al frente, y no con una frontera al frente. El problema para Bolivia es que no contaba con un fallo que la acercaba a su ilusión mucho más que su propia demanda ante La Haya.