miércoles, 24 de agosto de 2011

El día de la diferencia

Regreso a casa este miércoles 24. Imagen de TVN
El primer día de paro convocado por la CUT es sólo eso: el primer día... pero los hechos permiten extraer algunas líneas de análisis que nos atrevemos a lanzar a la discusión.
Una primera impresión (que no, todavía, conclusión) es que este miércoles 24 de agosto se marcó una diferencia: la que emerge con fuerza entre un movimiento estudiantil amplio y nacional, transversal y asentado en valores profundos (más allá de sus debilidades o sus errores), y los delirios de cúpulas más bien políticas, que buscaron navegar sobre la misma ola, pero se están dando al menos en este primer día, un chapuzón memorable.


EL FRACASO DEL PARO
Este miércoles no fue el día en que el país se detuvo.
Ni mucho menos.
Volvimos a acordarnos de los millones de santiaguinos que enfrentaron con admirable determinación el famoso paro de los microbuseros en agosto de 2002, haciendo lo posible por llegar a sus trabajos, colegios y universidades. Lo hicieron a pesar de la falta de transporte público y de los bloqueos de calles y avenidas, que finalmente costaron a los dirigentes del gremio condenas de la Justicia por violar la Ley de Seguridad del Estado.
Esta vez no fue muy distinto. Muy pocos atendieron el llamado de la CUT y la adhesión al paro fue francamente menor. Con dificultades y todo, millones de trabajadores dejaron muy en claro dónde están sus prioridades.
Al parecer los mismos convocantes lo preveían, a juzgar por el llamado final de Arturo Martínez el día martes, a no ir a trabajar y usar después la excusa del "no pude llegar" ante los empleadores. Temprano quedó claro que semejante excusa no serviría de nada, porque los buses del Transantiago recorrían la ciudad con casi total normalidad, y el Metro tenía incluso más frecuencias que lo habitual.


LA POLÍTICA EN LA CUT
Una relación inevitable en estas horas es la que existe entre la CUT y la política. 
La constatación es simple.
Las cúpulas sindicales sufren del mismo mal que padecen las cúpulas políticas: el del "apernamiento" en los cargos, la falta de renovación, y el de todos los vicios que derivan de ello.
¿Que no es en gran parte contra eso que protestan las multitudes?


LA EXCEPCIÓN DE LA VIOLENCIA
Una vez más, lo que sí hay son focos de desórdenes públicos con más o menos violencia. 
Estallaron la noche del martes, con barricadas y balaceras. Prosiguieron durante la primera jornada de paro, en innumerables puntos más, y seguramente habrá que actualizar este balance con el paso de las horas nocturnas y el desarrollo del segundo día.
Es verdad que se alteró el tránsito en vías claves de la capital, empezando por la Alameda. Efectivamente, la principal arteria de Santiago mostraba una cara anormal, como repitió varias veces en el día el máximo dirigente de la CUT. Claro: con barricadas ardiendo y disturbios aquí y allá es difícil que se pueda circular.
Pero, con todo, fue la excepción. 
En amplias zonas metropolitanas y en las grandes ciudades del país, la vida discurrió con una alta cuota de normalidad; el comercio atendió; las industrias se mantuvieron operando; los servicios básicos no se interrumpieron (agua, luz, comunicaciones); no hubo la anunciada detención de puertos, aeropuertos y pasos fronterizos. Y sí hubo alteración más o menos notoria en el funcionamiento de algunos servicios del Estado.
El temprano regreso a casa por la tarde no hace más que confirmar cómo una abrumadora mayoría de ciudadanos estaba trabajando en las horas previas.


LA TEMERIDAD DEL GOBIERNO
No puede soslayarse en estas primeras cuentas, el imprudente apuro de las autoridades en hacer notar el fracaso del paro.
Primero, porque sólo es el primer día, y las conclusiones deben guardarse para el final. Segundo, porque demuestran una falta de sensibilidad rayana en la torpeza: incluso para quienes no tienen ningún compromiso con la convocatoria de la CUT, esas declaraciones oficiales suenan provocativas.
Arriesgan encender algunos ánimos más allá de lo conveniente en las horas que vienen; contribuyen a exacerbar las odiosidades en las dirigencias... 
Peor que todo lo anterior: insultan la inteligencia de la gente.
Todos nos damos cuenta de qué pasó y qué no pasó con el bendito paro, y podemos sacar nuestras propias conclusiones.
El gobierno acusó con vehemencia el aprovechamiento oportunista de quienes se sumaron al paro a última hora. Las anticipadas declaraciones triunfalistas festejando el fracaso caen en el mismo error. 
Hay formas más sutiles y efectivas de sacar provecho a la situación.
Una cosa más: lo de hoy no debiera ocultar las injusticias laborales que persisten en Chile, y el gobierno se haría un flaco favor a sí mismo ignorándolas.


EL TRASPIÉ DE LA CONCERTACIÓN
¿A qué se sumó la coalición opositora el fin de semana y, en el caso de la DC, el lunes último, cuando ya no quedaba nada?
Si pretendía aparecer vinculada a una gigantesca movilización ciudadana a nivel nacional, fracasó con estrépito. No hubo tal.
Si quería empatizar con eso que se ha dado en llamar "los actores sociales", erró el foco. Terminó simpatizando apenas (si es que...) con Arturo Martínez y compañía, lo que no parece demasiado rentable.
Si llamó a una gran movilización pacífica, equivocó el cálculo, porque no es muy difícil adivinar cuáles van a ser las imágenes que van a prevalecer del día.
(No: no nos referimos únicamente a las de la violencia; también a las escenas de ciudadanos tratando de hacer su vida normal, procurando llegar al trabajo, alegando contra las barricadas y contra el miedo).
Todo mal.
Está por verse cómo la Concertación tratará de desembarazarse de semejante fiasco.
Este miércoles vimos un primer intento quizás no desacertado, cuando los presidentes de partidos apuntaron contra el gobierno por su obsesión condenatoria de todas las protestas sociales asociándolas injustamente a la violencia... y más cuando Carolina Tohá propuso escuchar "a la mayoría que no se siente".
Lo hemos planteado varias veces en este blog, cuando nos hemos referido a las grandes mayorías de ciudadanos contenidos.


...Y LA DIFERENCIA
Pareciera que no son paros convocados por la CUT lo que la gente está demandando.
Muy distinto es el clamor por la educación gratuita, la igualdad de derechos, el respeto al medio ambiente y  causas como ésas, que despiertan aspiraciones compartidas y aglutinan a millones.
Diferente también es el liderazgo nuevo de los jóvenes que encabezan el movimiento por la educación, claramente más refrescante que el de los dirigentes de la CUT, la ANEF o los gremios de la salud.
Otra cosa son las marchas pacíficas, coloridas y creativas, que permiten la participación de las familias y el uso multitudinario de las avenidas y los parques.
Ojo, que constatar la diferencia no pretende pasar por alto lo único en que se parecen las movilizaciones estudiantiles y la convocatoria de hoy y mañana: el inefable abuso del contexto que hacen los delincuentes de siempre, pertenezcan o no a uno u otro movimiento.
Atención también con otro detalle: las valoraciones que hacemos en estas líneas de las características visibles de las protestas masivas, no debieran impedirnos ser críticos del voluntarismo a veces iluso y a veces intolerante de una parte de quienes se manifiestan incluso por causas nobles.
Pero hoy quedó claro que se marcó una diferencia.

31 comentarios:

gato de tejado dijo...

Mauricio, como siempre tus comentarios entregan una cuota de objetiidad necesaria.

Roddo dijo...

Qué bueno descubrir que tienes blog! ;-)

Soy funcionario público y, al igual que todos mis compañeros, me sumé al paro, aunque ninguno salió a la calle. Apoyamos las demandas, no la manera en que se acostumbra protestar últimamente.

Como bien dices, y según lo que entiendo, mañana es el día D de esta movilización, así que el Gobierno ha adelantado juicios referentes al fracaso de la convocatoria.

maggie dijo...

Maurico los juicios de que si ganaron o perdieron me parecen pateticos por parte del Gobierno, que si hoy nos dio una bofetada, ya que demostro que al Presidente nada le importa el clamor popular a demandas justas , el si se hizo el tiempo para alomorzar con twuiteros para compartir con ellos y no asì con los estudiantes y trabajadores una pena realmente

ulo dijo...

Buen análisis pero en mi opinión incompleto, creo que más allá del fracaso de esta convocatoria, falta abordar un aspecto de fondo que resulta en un peligroso nivel de polarización en las posiciones, que se traduce en altas cuotas de inflexibilidad en las demandas.

Tengo la sensación que la gente está convencida que todos los problemas de inequidad social se pueden solucionar con un poco de buena voluntad, que la razón de los problemas que aquejan a la sociedad chilena se solucionan solo con disposición de la cúpula gobernante.

Se trata de demandar, demandar y demandar. Se reclaman derechos en todos los ámbitos que además de estar huérfanos de su contraparte natural, los deberes, conducen a un diálogo de sordos y a un punto en el cual no es posible focalizar las demandas ya que a cada paso surgen nuevas. Estos nos lleva a escenarios utópica y caóticos en que no se demanda evoluciones de un modelo que ha resultado en un país próspero como pocos en el mundo, sino que se demanda una revolución a un estado desconocido y por tanto ingobernable. Esto inevitablemente llevará a un círculo vicioso que impidirá el diálogo y el análisis correcto.

A diario en el metro y en los buses escucho a jóvenes criticar a las instituciones, por ejemplo no son pocos los que acusan a las AFP que "juegan" con las platas de los chilenos, que la dilapidan en negocios especuladores. Muchos de ellos no saben o no entienden la diferencia que hay entre las administradoras y los fondos, otros señalan que los recursos naturales deben nacionalizarse y con ello todas las demandas sociales podrían financiarse, es precisamente lo que ha hecho Morales y Chávez, sin embargo debieran saber que el nivel de precariedad de esas economías es extrema. Otros se niegan a cualquier escenario de aumento de la capacidad energética del país sin considerar que el crecimiento que sus reivindicaciones demandan, requieren que la matriz energética, al menos, se duplique en los próximos años.

En fin, la polarización política pavimenta el camino a la irreflexión, a la descalificación sin argumentos y a la adopción de posiciones torcidas que nada a bueno conducen. Esto es por ambos lados.

Tengo en la memoria como se generó la crisis de los 70, fueron actos intransigentes de gente que luchaban por causas justas, pero con un objetivo político que sobrepasaba el objetivo de bien social. Veo mucho de eso en las posiciones que adoptan los estudiantes.

Me parece que para que este proceso sea constructivo, objetivo y nos lleve a avances reales en la educación que es la demanda real y consensuada, deben desaparecer todos los vínculos con los partidos políticos. Perdónenme los que sientan ofendidos por esta imposición, sin embargo levantando el puño izquierdo, acompañándose en las marchas de las cúpulas comunistas en las marchas no garantizan un Chile mejor, este comentario no es gratuito está avalado por el resultado empírico que no existe en el mundo una experiencia, donde las corrientes políticas guiadas por el comunismo hayan brindado bienestar, más allá de forzar a la sociedad a imponer su visión que ha resultado, para desgracia de muchos pueblos, mil veces nefasta.

Espero que la cordura prime en el desenlace de las demandas eduacionales, que en gran parte son justificadas, pero que sin un cauce objetivo y con altura de miras a nada bueno nos va a conducir.

Anónimo dijo...

yo creo que arturo martínez, en su fuero interno o hasta de pronto discutiendo con sus "asesores", tiene que haber pensado que en toda esta alza PC, con Gajardo atornillado al lado de camilia vallejo (robándole de paso un precioso capital político), no se podía quedar fuera y simplemente le echó mano a lo que vio más a mano. una amiga me decía que "lo de las cacerolas lo debe haber emocionado", ja. saludos Mauricio.
jalil.

ojo humano dijo...

Me alegro de encontrar su blog, su comentario acertado me ayuda.
Ojalá no lo abandone (recuerdo que antes, alguna vez, tenía otro).
Agradecida. Sé que el trabajo del blog es a veces cansador y no tan bien pagado, pero es un gran aporte a la objetividad y la paz de una nación.
Saludos.

@RebollanzaC dijo...

@mauriciohofmann Muy bueno el análisis. Por el bien de Chile, espero que mañana el Paro no trinfe, xq los logros reales son los de la gente

@Rodymon dijo...

@mauriciohofmann excelente columna!

@patoleguia dijo...

@mauriciohofmann Muy bien, clarito. Congrats.

@mariaines_araya dijo...

@mauriciohofmann muy buen análisis de la jornada

@patriciaanag dijo...

@mauriciohofmann Excelente! Respecto a la temeridad del Gob., es muy cierto.Algo de cautela en declaraciones habria sido mas recomendable!

@elwarendetemuco dijo...

@mauriciohofmann ...espero q al final de la 2a jornada se sienten a conversar

@ignafel dijo...

@mauriciohofmann Buen articulo! Lo leí y me quede con ganas de seguir leyendo más analisis como este y no tanto chamullo tipo emol

@ancaflo dijo...

@mauriciohofmann no creo que este llamado a paro sea tan malo creo que el gobierno no quiere ver la verdad de esta protesta tan chilena

@Porter007b dijo...

@mauriciohofmann Era obvio, la gente no apoyó al gobierno, sólo que estamos aburridos de las marchas y paros.

@rodrigopachecor dijo...

@mauriciohofmann en tu opinion fue un fracaso el paro d la CUT??, para mi si, solo fue una extension de las manifestaciones estudiantiles

@juancarlosvera dijo...

@mauriciohofmann Cree que fue fracaso? Estuve en el Colegio de Profesores las 33 comunas en paro Jornadas de reflexion no se apresure

@SilvisP dijo...

@mauriciohofmann Nos les quedaba más opción que llegar, sino mañana ya no tendrían trabajo... Buen escrito, me gustó :)

@peclaudiais dijo...

@mauriciohofmann buenísimo

@Marcela_P_S dijo...

Me pareció muy interesante el punto de @mauriciohofmann en su escrito: El día de la diferencia en www.noticiadura.blogspot.com

@japeleo dijo...

@mauriciohofmann excelentes conclusiones!

@sechever dijo...

@mauriciohofmann muy buen blog, felicitaciones.

@HectorLuengo dijo...

@mauriciohofmann: de acuerdo con mi misma apreciacion que señala el glob

@TUTICASALI dijo...

@mauriciohofmann /muy buena!

@la_bea_vallejo dijo...

@mauriciohofmann: diste en el clavo,estoy completamente de acuerdo.Claro y preciso.Felicitaciones

@alvcarril dijo...

@mauriciohofmann: Objetivo análisis del día de hoy.

Loretito dijo...

que increible las percepciones de la gente. A mi nadie me obligó a salir a trabajar ayer ni hoy. Incluso mi hermana, empleada fiscal, trabajó las 8 hrs, sin presión de nadie. Yo hablo por mí, pero ya no les creo las demandas de los profesores, estudiantes, huelgas de hambre, paros, etc. No le creo a Camila Vallejos, Gajardo, Martínez ni a la concertación, de quienes pensé iban a actuar diferente. Siempre es lo mismo, vándalos, destrucción, la tiranía de los que se toman la callen y la hacen suya imponiendo la brutalidad sobre los argumentos. Da pena este país. Lamentablemente es responsabilidad de todos.

@aldebenito dijo...

@mauriciohofmann no sabes reflexcionar

Roddo dijo...

@aldebenito: Y tú no tienes idea de gramática. La palabra correcta es "reflexionar".

Anónimo dijo...

Compadre, sólo por si te interesa tener en cuenta mi caso, que pienso, no debe ser el único, para la interpretación de las intenciones de los chilenos, que, hoy por hoy, muchos creen conocer. Por supuesto, con mucha arrogancia.
Soy un Ingeniero Civil, de la Universidad de Chile, con una exitosa (sólo por ser convencional) carrera profesional, alto nivel de responsabilidades y trabajo en una empresa que considero justa.

Adhiero 100% a las demandas de la CUT al convocar al paro, pero lamentablemente no me pude adherir al paro al 100%. Por lealtad a mi empresa, no me pude ausentar de compromisos con clientes, que me tomaron buena parte de estos dos días. Aún así, llegué tan tarde como pude al trabajo y me retiré tan temprano como pude, todo a costa de mis remuneraciones. En mis ratos libres, participé en marchas y cacerolazos.

En un hecho que lo anterior lo hicieron muchos chilenos (no me refiero a sus intenciones, si no a los hechos) y estoy seguro de que, por lo mismo, no se trató de dos días normales. Me imagino que otros, con una posición menos cómoda, sencillamente no podían, pues arriesgarían su trabajo, decidir libremente si asistir o no a trabajar. Probablemente, tampoco estaban en la condición de valorar la lealtad a la empresa por ser justa y representarla públicamente.

En una de esas, es sólo un mal supuesto que los chilenos, se decidieron a no utilizar la excusa de no poder llegar. A mí jamás se me pasó por la cabeza.

Espero que entiendas por qué publico anónimo.

Anónimo dijo...

Roddo, en buena onda.

Tú tampoco, pero al menos conoces cómo escribir una palabra: Un punto para ti en ortografía.

Sobre gramática, parece que no sabes de qué se trata. ¿Jurel tipo salmón?

Puro odiando ;)