lunes, 22 de agosto de 2011

La perplejidad y el nuevo poder fáctico

Se diría que multitudes de chilenos superaron el estado de perplejidad que las dominó durante años. 
Son cientos de miles; quizás millones. Pero no sabemos si son de verdad la mayoría.
En las democracias, esas cosas se saben con las elecciones.
En la democracia chilena, lo último y más vigente que sabemos es que una mayoría absoluta eligió a Sebastián Piñera como presidente; y que unas mayorías dudosas y oscuras debido al sistema electoral, eligieron a los parlamentarios que tenemos.
Todo lo demás es tema de percepciones o, cuando mucho, de encuestas. Muestras probabilísticas y de las otras. 
Podrán ser datos verdaderos. Pero no son hechos tan contundentes como las elecciones.

Con todo, lo que ocurre con las multitudes es sugerente y enciende todo tipo de alarmas.
Su resolución para salir a la calle a manifestarse, la claridad simple de sus demandas, la determinación de plantearlas tal cual a quien las quiera escuchar (y a quien no quiera también)... todo eso es exactamente lo contrario a la perplejidad con que esas mismas multitudes se movieron (o no se movieron) durante años.
La perplejidad se define, precisamente, como "irresolución, confusión, duda de lo que se debe hacer".
Las multitudes volcadas a las calles y a los parques ya no están perplejas.
Parafraseando el libro del historiador Alfredo Jocelyn-Holt que sacudiera tantas conciencias hace algunos años ("El Chile perplejo: Del avanzar sin transar al transar sin parar"), se diría entonces que esas multitudes parecen haber revivido la consigna del avanzar sin transar.
También, que hoy están haciendo todo lo contrario que los perplejos.
Los que aparecen más perplejos que nunca, transando sin parar, son los "líderes" políticos. Esos que gobiernan o apoyan al gobierno, y también los que están en la oposición.
Pero ya no transan ante los antiguos poderes fácticos (Fuerzas Armadas, grupos económicos, Iglesia Católica...), sino ante el nuevo poder fáctico radicado en las multitudes.
Revisando el significado del concepto, esos "líderes" se ven hoy irresolutos y abdicando de toda voluntad y liderazgo real, en aras de atender y satisfacer lo que esas multitudes parecen reclamar; se observan confundidos y entregando señales equívocas y contradictorias (un día se dice que "el tiempo de las marchas se agotó" y se prohíbe marchar, y otro día se autorizan gigantescas marchas y se felicita a sus participantes por lo pacíficas que resultaron; un día se anuncia una "revolución" y el final de las medidas, y otro día se anuncia otra revolución y más medidas; un día se acepta ir a La Moneda y al día siguiente se quita el saludo al presidente... para unos días después ir finalmente a La Moneda con la cola entre las piernas...); en fin, parece que no logran despejar sus dudas sobre lo que se debe hacer.
Perplejidad pura.
En La Moneda el fenómeno parece estar causando estragos hasta en los estados de ánimo, si verificamos la angustia con que se esperan las fechas de alto significado político que se avecinan; los cambios de gabinete que no consiguen ningún resultado visible y la desazón frente a una popularidad que cada día roza nuevos mínimos. La sucesión de planes verbalizados pero aún no convertidos en proyectos de ley, y la indefinición entre los principios sustentados desde siempre y respuestas que puedan caer simpáticas a los reclamantes, son otras señas de la misma realidad.
En la oposición, la expresión máxima de perplejidad se está haciendo evidente esta semana, con la sucesión de "respaldos" desde la Concertación al paro nacional convocado por la CUT.
Los parlamentarios que han llamado a apoyar esa paralización (¡a detener el país!), en democracia, son parte de un cuadro alarmante de perplejidad política. 
El paro es cuento viejo en la CUT y se viene organizando desde hace tiempo al detalle; ha sido un eterno desafío personal de Arturo Martínez que se arrastra desde hace años; obedece a una historia antigua que por fin está a punto de ver la luz gracias a un contexto hasta hace muy poco inesperado que, ahora sí, parece que lo hará posible. Los dirigentes de la CUT no están actuando perplejos. Hasta observadores internacionales vienen a Chile en estos días para estar presentes.
Nunca la Concertación, en cambio, movió un dedo por este paro. No iba hacerlo, por cierto, cuando era gobierno. ¿Y ahora vienen a sumarse? Más bien parece una reacción de último minuto, propia de quienes actúan de manera irresoluta y confusa, reaccionando a las acciones de otros, boquiabiertos de perplejidad.


11 comentarios:

Anónimo dijo...

La DC, luego de poner a S. Allende, en La Moneda, quién NO obtuvo mayoría en las elecciones, le lanzaba trigo a los generales, en sus regimientos, para incitarlos a derrocarlo. Jamás midió las consecuencias inmediatas, ni menos las futuras. Hoy, llama a expresiones que saben serán violentas, en las calles de todo Chile. De qué sirvió esa funesta experiencia del último año de la UP... La juventud actual no tiene los parámetros para darse cuenta de esta estrategia criminal... Le ocultaron la Historia real !!!

@la_bea_vallejo dijo...

@mauriciohofmann excelente, comparto y opino igual.

@pdsalfate dijo...

@mauriciohofmann la gracias de este "poder" es la persistencia que sorprende a muchos y asusta a otros tantos...yo soy de los sorprendidos.

@SergioEnrike dijo...

goo.gl/ylt0m Me gustó el análisis de @mauriciohofmann ...existe perplejidad en los políticos ante la aparición de un "nuevo poder"

@cwenger dijo...

@mauriciohofmann: OJO cn el poder de las multitudes que en ls últimos 100 años ha provocado muchas trnsformaciones sociales, gral÷ violentas

@hombremarciano dijo...

Buena la columna de @mauriciohofmann NOTICIA DURA: La perplejidad y el nuevo poder fáctico

@FcoGomezM dijo...

@mauriciohofmann Mauricio, buena columna. Pero creo que entonces para saber si esa multitud es en realidad tal, basta un Plebiscito!

Anónimo dijo...

Me quedo con el último párrafo. Refleja la realidad política del país. Los políticos son capaces de vender a su madre por unos cuantos votos y probablemente por el sentimiento de culpa que hoy los embarga. El movimiento lucha.. y esa lucha es justa. La educación debe y siempre deberá ser un derecho garantizado.

Luis Morales dijo...

Como siempre, los viejos políticos que dirijen la Concertación, sacan la calculadora y corriendo tratan de subirse a otro movimiento social con la esperanza de sumar posibles votantes para una futura elección...¡Oportunistas!

Anónimo dijo...

No estoy ni larmada ni perpleja, veo y vivo la realidad esdutiantil en calle República, chicos de clase media, sin comer solo hot-dog a diario,porque no tinen dinero.Estas Universidades de "excelencia"privadas, que no cuentan con infraestructura adecuada, todos botados en la calle, esta claro estan bajo la cota mil, no es necesario + gastos en ellos, pero si que pagan para aprender sin saber lo bajo de este aprendisaje y peor a un mínimo de comodidad. Los entiendo que hoy griten y reclamen, basta ya. Y sobre la Concertación mas vale ahora que nunca, no como el Gobierno que no escucha esta paralizado.

a dijo...

parece q uuted nunk ha visto a alguien que no puede estudiar porq no tiene el dinero para pagar. Èsta es una realidad que se ve a diario, especìficamente aca en Chillan, saludos