La indignación de la senadora Isabel Allende luego del reportaje de Informe Especial este lunes, ha recordado una vez más los numerosos debates que han encendido en Chile y en muchos países las investigaciones periodísticas que abordan causas judiciales.
Tuvimos acceso directo a esa indignación a primera hora de este martes, en el programa Alerta Temprana de Radio 95 Tres. Conversamos con la senadora Allende y escuchamos de primera mano su protesta contra el reportaje de la víspera en TVN.
Más tarde este mismo martes, difundió una declaración pública escrita, planteando su posición en términos menos resonantes, pero anunciando posibles acciones ante el Congreso. Casi paralelamente, la abogada de la familia, Pamela Pereira, mencionó la posibilidad de reclamar ante el Consejo Nacional de Televisión.
Como antes que periodistas somos seres humanos y ciudadanos, corresponde decir primero que nadie más está en los zapatos de la senadora Allende aparte de ella misma, y nadie puede juzgar sus sentimientos ni emociones frente a situaciones tan desgarradoras como la muerte de su padre, el derrocamiento del gobierno del que ella misma fue parte por lazo sanguíneo, así como las muertes y desapariciones de otros seres queridos, o su propio exilio (y el de su madre) durante largos años. Son dolores que no se merece nadie.
Cuesta imaginar lo que puede significar volver a remecer la memoria y el alma casi cuatro décadas después, con una investigación judicial recién abierta y una exhumación llevada a cabo hace apenas unos días, y además con la inevitable incertidumbre respecto del término de esta historia.
Pero la investigación de la muerte de Salvador Allende es una causa nacional y pública, y en buena hora lo es. Nos hemos pasado casi 40 años sin tener una verdad jurídica sobre estos hechos, que quede para la historia e impida versiones torcidas, como las ha habido en estos decenios.
Una causa pública... en buena hora
Preparando información con otros fines me topaba en estos días con un párrafo del libro “La Guerra Fría”, en cuya página 245 el autor, Ronald E. Powaski, suelta sin mayor revisión que “en septiembre de 1973 los militares derrocaron al presidente (que fue asesinado) e instauraron una dictadura derechista encabezada por el general Augusto Pinochet”. Tal cual. Allende “asesinado”, contra lo que han sostenido por largos años sus propios cercanos, empezando por la senadora Allende.
Es sólo un ejemplo de las versiones que desde 1973 han circulado por el mundo. Cuando no hay verdad jurídica establecida en derecho, suelen cundir los mitos y las leyendas. Por eso es importante establecerla: Para conseguir las certezas que necesita la familia Allende; las que esperan todos sus cercanos; las que requieren los sectores políticos, de Chile y el mundo, que respaldaron y/o formaron parte de la Unidad Popular y su proyecto; las certezas que también urgen para los que integraron o apoyaron el régimen militar; y las que nos merecemos todos los chilenos.
Por eso, parece justo valorar la decisión de la Corte Suprema, de abrir una causa sobre la muerte de Allende por primera vez en 37 años.
Libertad con margen de error
Pero, entonces, esto abre un escenario nuevo: Hay una causa actual y en curso, que la familia Allende no ha impugnado. Y en una democracia con libertad de expresión, todos tenemos derecho a conocer los pormenores de las causas judiciales. Y los medios de comunicación tienen no sólo el derecho, sino el deber (a veces olvidado o postergado) de investigar, hacer luz sobre los hechos, e informar a la opinión pública.
Es lo que ocurre (y está bien que así sea) con todas las causas judiciales de interés público, aun cuando recién estén iniciándose; aun cuando estén en pleno desarrollo y no haya sentencia de última instancia, ejecutoriada e irreversible. Todos los días, los medios y los periodistas cubrimos y analizamos casos judiciales, damos tribuna y ponemos atención a lo que dicen acusadores y acusados, abogados querellantes y defensores, testigos y peritos.
Obviamente, mucho de lo que unos u otros dicen puede ser verdad… y mucho de lo que unos u otros dicen puede ser mentira. Ineludiblemente, y aunque haya matices, en todo juicio una parte dice la verdad y la otra miente.
Mientras no haya certeza jurídica establecida por sentencia irreversible de última instancia, desde un comienzo asumimos (y es bueno que así sea) que todo aquello es falible; que todo es “presunto” y nadie puede dar garantías de que es cierto e indesmentible. En democracia y con libertad de expresión, todos toleramos esa cuota de incertidumbre transitoria y tenemos derecho incluso a construir nuestros propios prejuicios, a la espera de la bendita certeza jurídica. Y lo toleramos porque es mejor eso a la opacidad o (peor aún) a la censura en torno a las investigaciones judiciales. Porque la difusión pública y abierta, sin más límites que los establecidos por la ley, es la mejor fiscalización que la propia sociedad puede hacer de la justicia y de sus instituciones.
IE cumplió con su deber
Por eso defiendo a TVN y a Informe Especial: Trabajando en serio, un equipo periodístico obtuvo una información pertinente y relevante sobre un hecho de la mayor importancia histórica; indagó en su origen y contrastó los datos; encontró una validación técnica falible, pero respetable, y la compartió con la opinión pública. Informe Especial cumplió con su deber.
Más todavía: Bien pudo caer en la tentación de exacerbar detalles, de jugarse por una tesis riesgosa que podría resultar errónea. Pero no lo hizo, al punto que desde un comienzo planteó su estremecedora información como base para una interrogante crucial, que emerge frente a una versión asumida hasta ahora como la más creíble, y no como una certeza. ¿Qué más elocuente de esa decisión editorial que titular el reportaje como “La Duda”?
Toda pieza periodística es perfectible, y con seguridad la de este lunes también lo es. Pero Informe Especial no prejuzgó ni menos dictó sentencia anticipada. Sólo planteó esa duda, fundada en información que no podía ocultar. Si TVN la hubiera ocultado, sí tendríamos que estar todos reclamando ante el Congreso, los tribunales y (Dios nos libre) el Consejo Nacional de Televisión.
Ni en este caso ni en ningún otro, los medios de comunicación están obligados a dar garantías de que todo lo que difunden es verdadero. Si tuvieran esa obligación, no existiría la prensa y no podríamos hablar de libertad de expresión.
Los casos judiciales no podrían ser cubiertos ni difundidos, porque, por definición, son casos en que hay “verdades” contrapuestas. Todos los días, mucha gente miente en los noticiarios y en los diarios. Y la diferencia entre las versiones verdaderas y las falsas, en las causas judiciales, no terminan de establecerse (aunque muchos a veces nos perdamos en el camino y dictemos nuestras propias condenas) sino hasta el final.
Unas palabras al cierre...
Por último, en buena hora sobreviven los programas y los equipos periodísticos que pueden dedicar al menos parte de sus temporadas a temas y acontecimientos de importancia auténtica para un país y su historia, en lugar de despilfarrar talentos en los hechos menores y anecdóticos con que nos saturan hasta la náusea a toda hora del día.
24 comentarios:
Me parece necesario que los medios NO dependan del desarrollo de la investigación judicial. La justicia tiene sus plazos ( muhcas veces eternos) pero el periodismo debe nivelar con el ahora. La información no debe ser exclusiva de algunos. Es derecho de todos. Y son los medios quienes deben velar por su cumplimiento.
Mauricio estamos de acuerdo, pero , por que se molesta la senadora allende? por que el profesional extranjero , indica que puede haber recibido un disparo antes de que se disparara con su ak 47, es raro y despierat cierta discrepancia con lo que se lleva en la investigacion, eso de la incertidumbre ,como murio tu padre (en sentido figurado) siempre mantuviste la idea de que se suicido o que lo mataron duele , pero eso la senadora allende lo debe saber, estoy rayando en lo obvio posiblemente, pero lo importante es que las investigaciones periodisticas deben ser equitativas y probablemente llamar amarillista , el reportaje se encuentra razon cuando se esta con la bronca de que como un programa lanza tesis , sin tener acceso a la investigacion que lleve el juez.o que inclusive lanza informacion sin que esta (investigacion) se haya cerrado, de todas maneras , siempre los programas de investigacion tienen su punto debil, y su punto fuerte lo malo es que siguen dando vueltas en lo mismo. 10 o 15 años viendo programs de investigacion y vemos lo mismo, la trata de blancas, los narcos, los misterios sin resolver , y muchas otras cosas. Felicitaciones y muy buen articulo. se le extraña en la tv
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@mauriciohofmann el deber de IE era informar y no agradar a sus familiares, eso se agrade, La verdad ante todo.
@msalbach
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@mauriciohofmann oportunista IE; Mal
@Kutchard
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@mauriciohofmann Quién les dio ese derecho? PATUDOOOOS
@ViejoChuchumeco
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@mauriciohofmann Viva la libertad de expresion la democracia la libertad
@nizechic
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@mauriciohofmann sin duda hicieron su trabajo
@FashionPoliceCh
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@mauriciohofmann Buen post el que has escrito, porque en verdad hay conflicto entre la intmdad familiar y por otra el inters nacional
@amedinavasquez
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@mauriciohofmann Efectivamente, pero tb hay que responsabilizarse cuando se comete un error. Pero eso se verá en un tiempo más
@amedinavasquez
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@mauriciohofmann creo q la traiciono la emoción, esta elaborando el duelo y cambia el escenario.no fue pulcra en su declaración,descalifico.
@wincho2010
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@mauriciohofmann ¿Informar qué, la verdad o cualquier cosa?, si después de ver #IE quedas más enredado y desconfías de todo, algo anda mal
@HinchaChileno
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@mauriciohofmann Los circos siempre los descubre la prensa siempre llegan al toni q lleva la guaripola
@chalaloi
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@mauriciohofmann pueden informar sobre una investigación, No establecer hipótesis y dudas q se basan en especulaciones
@Rauliciuss
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@mauriciohofmann y de realizar un juzgamiento previo? y convertirse en jueces de la causa?
@dromerof1971
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RT @mauriciohofmann: La causa sobre la muerte de Allende es dolorosa para su familia, pero IE cumplió con su deber. // asi fue. profesional.
@paulilaral
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@mauriciohofmann eso es una falacia, porque en ese caso no se estaría informando, sino desinformando ¿y quien sufre las consecuencias?
@Rafnagud
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@mauriciohofmann Yo creo que el problema que tiene es que la nueva evidencia apunta a que los responsables de su muerte serian sus camaradas
@asteinsapir
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@mauriciohofmann I Allende esta pensando en indemn. x tvn y despues d comprobar el asesinato indemn. x el stado, negocio ¡DESPIERTA CHILE!!!
@pataevaca
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Escuche los descargos d senadora Allende en entrevista @mauriciohofmann http://bit.ly/iwfVos / se entiende, pero IE hizo lo que debía
@paulilaral
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@mauriciohofmann LOS MEDIOS NO TIENEN DERECHOS " TIENEN LA OBLIGACION DE INFORMAR" para eso cobran y los giles les pagamos
@errepe82
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@mauriciohofmann @Lokearia Creo que la versión de suicidio es mas honorable que decir que lo mato uno de los suyos....!!
@Lokearia
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@mauriciohofmann En paises mas desarrollados eso esta totalmente regulado.
@mmlagoscc
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@mauriciohofmann lei recien tu blog y me gusto...deja claro todas las aristas del tema... al menos para mi!
@csalinao
Isabel se ciega en la tesis del suicidio pues sabe que la otra es un crimen y no de un militar, se descarta del simple estudio de los hechos, sino que es aùn peor pues parece ordenada desde Cuba.
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