martes, 26 de marzo de 2019

A ver, a ver... ¿Quién paga?

Ojo con las reformas que vienen: Puede que USTED termine pagando el costo de los cambios. Más cotización para las pensiones, sala cuna universal, boleta electrónica, IVA digital... #ElADNdelDía



Después de largos meses, empieza la discusión real y concreta de las principales reformas del gobierno.
Ponga atención, porque probablemente usted va a tener que pagar los cambios.
Vamos viendo…
Pensiones: Cotización adicional por el 4 o hasta por el 8 por ciento del sueldo, que se sumaría al 10 por ciento que ya cotizamos hoy… pero que en vez de pagarlo nosotros, sería aportado por los empleadores. Por gradual que sea su aplicación, será un impuesto al trabajo, porque la contratación de gente, obvio, será hasta 8 por ciento más cara en algunos años más. ¿Alguien piensa que los empleadores de verdad van a asumir ese costo? ¿Con cargo a sus ganancias? ¿No irá a ocurrir más bien que los salarios o van a bajar… o al menos se van a estancar por años? ¿O que habrá menos pega? 
Sala cuna universal: También se financiaría con una cotización con cargo al empleador, por el 0,1 por ciento del sueldo. Suena poquito, pero cuando los reajustes de sueldos se negocian décima a décima, ese 0,1 sí es algo, ¿o no? Bueno, también es un costo mayor que tiene que enfrentar el empleador. ¿Quién va a terminar pagando? ¿De verdad cree usted que va a ser el empleador? 
El IVA: El principal cambio recaudatorio que incluye la reforma tributaria del gobierno es la boleta electrónica, para masificar la digitalización, lo que haría mucho más difícil evadir el IVA, tal como ocurrió ya con la factura electrónica. Claro que es bueno bajar la evasión. Pero que quede claro: esta recaudación que hoy no se consigue vendrá de los pequeños negocios, que serían los verdaderos nuevos actores de la digitalización tributaria. Los grandes, e incluso los profesionales que boletean, ya están ahí. O sea, son pequeños emprendedores, comerciantes, fabricantes o dueños de talleres de barrio, los que van a poner esa plata extra que el Estado busca recaudar.
Y el IVA digital: Suena bien emparejar la cancha, pero también aquí serán los consumidores comunes y corrientes los que pagarán esa recaudación adicional, ya que los dueños de las plataformas no suelen estar en Chile y no pagan acá impuesto a la renta. O sea, los usuarios que pagan 5 mil pesos para ver sus películas y series; los pasajeros que rara vez pudieron subirse a un taxi tradicional; los vacacionistas de clase media que arriendan departamentos y que difícilmente pueden pagar hoteles para toda la familia.
¿Y los ricos? ¿Los dueños de empresas? ¿Los profesionales exitosos? 
Nooo: para ellos, reintegración tributaria total, para que descuenten de sus impuestos personales lo que ya pagaron sus empresas, aunque sean de papel.

martes, 19 de marzo de 2019

Control vs. protección: Cambiar la lógica policial

Populismo y foco perdido: Con el control preventivo de identidad se privilegia el "control" en vez de la "protección". En lugar de pillar a los delincuentes se puede afectar a los inocentes. ¿Hay que dar a Carabineros más facultades... o más capacidades? #ElADNdelDía




El gobierno ha mostrado con el control preventivo de identidad a los menores de 18, cuán bajo se puede caer si se trata de responder a los instintos más básicos que podemos tener como ciudadanos. Sobre todo si tenemos poca instrucción, o si estamos desinformados.

La oposición ha mostrado desde hace tiempo una vergonzosa incapacidad para actuar como tal y, seamos francos, para proponer nada.

Pero, curiosamente, en este debate una parte de ella ha mostrado una extraña dignidad, al criticar el proyecto con argumentos mejor fundados, pagando el costo de ser impopular. 

Al menos en esto, la oposición no está jugando con puntos más o puntos menos en las encuestas. Al menos en esto, sobre el gobierno recaen en cambio las peores sospechas.

No hay organismo técnico ni centro de estudios con especialidad en el área de la seguridad pública que haya respaldado la propuesta oficialista. Todos los expertos han hecho ver lo mala que es la idea. 

La experiencia comparada es contundente. No hay sociedad que haya puesto a raya a los delincuentes con medidas como ésas.

Varias ciudades de Estados Unidos están entre las 50 del mundo con más homicidios por cada cien mil habitantes (un grupo donde, ojo, no hay ninguna ciudad chilena). Y en el país más poderoso del mundo, los controles preventivos son famosos, porque se los ve como la manera típica de hostilizar a las minorías negras e hispanas. 

¿Sabe usted dónde el control de todos los movimientos de la gente era el pan de cada día? En el estado policial más cruel y duradero de la historia humana: el soviético. Y esa vigilancia se tradujo en la eliminación de millones de ciudadanos.

En uno de los países con la mejor seguridad del mundo, Japón, el policía está en el barrio y conoce por su nombre a cada vecino; todas las mañanas da los buenos días a la gente que protege, no que controla; y el “omawarisan”, que así se llama, recibe de vuelta la reverencia de esos vecinos.

En Chile, estamos viviendo los tiempos del mayor fraude al Estado de la historia, el “Pacogate”; el peor escándalo de falsificación de pruebas: la operación Huaracán; el engaño policial más brutal que se recuerde, cuando mataron a Catrillanca; las muestras más patéticas de manejo en el control del orden público, como las que han dado esos carabineros que operan carros lanzaaguas a pocos metros de los manifestantes.

Los expertos lo advierten: Hay que mejorar muchas cosas dentro de Carabineros, antes de darles nuevas atribuciones.

No son tiempos para darles más facultades, sino menos. Lo que hay que darles son más capacidades.

Controlar a las personas no debiera ser su función; protegerlas debiera ser su vocación.

Pillar a los delincuentes no tiene por qué ser sinónimo de afectar a los inocentes.

Niños que no estudian: En ellos está la clave


Son casi 360 mil los niños y adolescentes que no van al colegio en Chile. En ellos está la clave de la equidad, del desarrollo para todos, y ojo: también en ellos está la clave de la guerra contra la delincuencia. #ElADNdelDía.



Esta semana conocimos datos que debieran golpear duro las conciencias de los chilenos: los niños y jóvenes excluidos del sistema escolar no eran cerca de 70 mil, como creíamos, sino cinco veces más: casi 360 mil.

Otra vez, los datos administrativos, los registros (en este caso del Ministerio de Educación) corrigen a las encuestas.

¿En qué grupo piensa usted que encajan esos niños de 12, de 10 años, que protagonizan portonazos, asaltos cada día más violentos, de los que informan a diario los noticiarios de la televisión?

En este grupo, precisamente: el de los niños y adolescentes que no van al colegio.

Por supuesto que no todos los menores de edad que no estudian están delinquiendo… pero probablemente los menores de edad que delinquen no están yendo al colegio.

Nos llenamos la boca con la educación escolar universal, con la enseñanza obligatoria en básica y media, con el derecho constitucional a la educación… Y casi 360 mil niños y adolescentes chilenos desmienten esa palabrería.

La deserción escolar no es una decisión voluntaria, si es que al menos es consciente. 

Detrás del abandono del colegio puede haber desempleo o ausencia de los padres, y necesidad de trabajar; quizás hay abandono familiar; puede haber padres con consumos problemáticos de drogas, de alcohol, o todas las anteriores; hay muchas veces trastornos de aprendizaje no tratados; suele haber  bullying por esas mismas u otras razones; en fin: hay muchas veces dolores profundos y también violencia y abuso.

Devolver a esos excluidos al sistema no es fácil ni es barato: Suelen ser niños y adolescentes muy difíciles de atender, que necesitan trabajo muy personalizado. Sólo pueden ir a escuelas especiales: las escuelas de reingreso o “de segunda oportunidad”, como se llaman en otros países. 

Hay modelos, que gobierno y legisladores debieran analizar.
Si como país los abandonamos a su suerte, esos niños y adolescentes de hoy serán adultos con carencias en el futuro; son candidatos probables a la marginación social; son contingentes propicios para ser capturados por el delito y la droga. Si los abandonamos, la sociedad tendrá que pagar un precio mucho más alto después.

En estos casi 360 mil niños y adolescentes está la clave de la lucha por la equidad, por el desarrollo futuro de verdad para todos; y aquí está también  la clave de la guerra contra la delincuencia.

Terminar con la exclusión escolar es la madre de todas las batallas.

martes, 5 de marzo de 2019

2019 económico: Habrá que mirar las caras de Trump y Xi

El IMACEC anuncia un 2019 "lentito" en la economía, y las reformas no auguran por ningún lado un impulso potente al crecimiento. Parece que vamos a tener que seguir mirándoles las caras a Trump y Xi Jinping, advertimos en #ElADNdelDía.




El Banco Central acaba de informar este martes que la actividad económica del país creció sólo en 2,4 por ciento en enero; menos de lo que esperaba el mercado, que no estaba nada de optimista tampoco.

Claro: La cifra está lejos del 3,5 por ciento de crecimiento que proyecta el gobierno para todo este año, y más todavía del 4 por ciento en que Chile creció el año pasado.

Este 2019 parte así de manera decepcionante, sobre todo para los más pobres. La historia muestra que sólo cuando los países crecen, los menos favorecidos mejoran su condición por ese sólo hecho, porque hay más trabajo y los sueldos se afirman… Y cuando más crecen los países, más posibilidades hay de que eso ocurra.

En cambio, cuando las economías se estancan o decrecen, son los más pobres los más golpeados, mientras el capital siempre se defiende y hasta puede seguir aumentando. Y los que tienen el capital, que no son los trabajadores, son los únicos que se salvan.

Muchos esperaban que un gobierno como el de Piñera podía dar un impulso al crecimiento, con reformas apuntadas a eso. Pero ya pocos esperan mucho por ese lado; ni siquiera está claro que se legislen: hay una amenaza directa, al menos de parte de la oposición, de rechazar la idea de legislar el proyecto tributario del Ejecutivo. 

Pero lo peor es que, aún aprobándose en general, los expertos ven que nada en el proyecto realmente sería un empujón potente al crecimiento, como el que está dando esta misma semana China, por ejemplo; sí, la China comunista, que está rebajando impuestos por casi 300 mil millones de dólares para estimular la inversión con fuerza.

La oposición tampoco ha propuesto nada que de verdad pueda dar vuelta el escenario. 

La triste conclusión es que, para variar, vamos a seguir dependiendo más de lo que pasa en el mundo que de lo que hacemos en Chile. 

Tendremos que confiar más en que Estados Unidos no “se agarre” con China en una guerra comercial, en lugar de hacerlo en nuestras capacidades como país de ser más productivos, de poner los incentivos donde corresponde, para hacer crecer la inversión y con ella, el empleo de calidad y el aumento de los sueldos.

En otras palabras, parece que nos queda poco más que seguir mirándoles las caras a Donald Trump y a Xi Jinping… mientras los que tienen el poder en Chile siguen viéndonos las caras a todos.