martes, 5 de marzo de 2019

2019 económico: Habrá que mirar las caras de Trump y Xi

El IMACEC anuncia un 2019 "lentito" en la economía, y las reformas no auguran por ningún lado un impulso potente al crecimiento. Parece que vamos a tener que seguir mirándoles las caras a Trump y Xi Jinping, advertimos en #ElADNdelDía.




El Banco Central acaba de informar este martes que la actividad económica del país creció sólo en 2,4 por ciento en enero; menos de lo que esperaba el mercado, que no estaba nada de optimista tampoco.

Claro: La cifra está lejos del 3,5 por ciento de crecimiento que proyecta el gobierno para todo este año, y más todavía del 4 por ciento en que Chile creció el año pasado.

Este 2019 parte así de manera decepcionante, sobre todo para los más pobres. La historia muestra que sólo cuando los países crecen, los menos favorecidos mejoran su condición por ese sólo hecho, porque hay más trabajo y los sueldos se afirman… Y cuando más crecen los países, más posibilidades hay de que eso ocurra.

En cambio, cuando las economías se estancan o decrecen, son los más pobres los más golpeados, mientras el capital siempre se defiende y hasta puede seguir aumentando. Y los que tienen el capital, que no son los trabajadores, son los únicos que se salvan.

Muchos esperaban que un gobierno como el de Piñera podía dar un impulso al crecimiento, con reformas apuntadas a eso. Pero ya pocos esperan mucho por ese lado; ni siquiera está claro que se legislen: hay una amenaza directa, al menos de parte de la oposición, de rechazar la idea de legislar el proyecto tributario del Ejecutivo. 

Pero lo peor es que, aún aprobándose en general, los expertos ven que nada en el proyecto realmente sería un empujón potente al crecimiento, como el que está dando esta misma semana China, por ejemplo; sí, la China comunista, que está rebajando impuestos por casi 300 mil millones de dólares para estimular la inversión con fuerza.

La oposición tampoco ha propuesto nada que de verdad pueda dar vuelta el escenario. 

La triste conclusión es que, para variar, vamos a seguir dependiendo más de lo que pasa en el mundo que de lo que hacemos en Chile. 

Tendremos que confiar más en que Estados Unidos no “se agarre” con China en una guerra comercial, en lugar de hacerlo en nuestras capacidades como país de ser más productivos, de poner los incentivos donde corresponde, para hacer crecer la inversión y con ella, el empleo de calidad y el aumento de los sueldos.

En otras palabras, parece que nos queda poco más que seguir mirándoles las caras a Donald Trump y a Xi Jinping… mientras los que tienen el poder en Chile siguen viéndonos las caras a todos.

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