martes, 23 de julio de 2019

¡Servicios básicos 3.0 ya!

La crisis del agua en Osorno es sólo lo último: sumemos los cortes de luz por culpa de una brisa, los medidores inteligentes, las alzas de las autopistas. Llegó el momento de servicios básicos 3.0... #ElADNdelDía



La crisis del agua potable en Osorno debiera marcar el inicio de una etapa nueva.
El capítulo anterior había sido el de las eléctricas y los medidores inteligentes. Entre medio están siempre los cortes de luz causados por una brisa o una llovizna. Pero también están las alzas e insuficiencias de otros servicios antes públicos y hoy operados por privados, como las autopistas concesionadas.

En sus años de mayor crecimiento, Chile abrió los brazos al capital privado y fundamentalmente extranjero. Y ahí tenemos una serie de sectores productivos… y también los servicios básicos, los monopolios naturales.

Bienvenidas autopistas concesionadas, que cambiaron la cara a la infraestructura y liberaron recursos del Estado para las conectividades locales; bienvenida la competencia que nunca hubo antes en las telecomunicaciones… o, en el rubro sanitario, bienvenidas las coberturas casi totales de agua potable y el tratamiento de las aguas servidas, que nos deja al nivel de los países más desarrollados del mundo.

Pero todas esas cuentas ya son viejas: de comienzos del siglo 21.

Cuando nos acercamos a la tercera década del siglo, ya se dibujan propuestas para ir por servicios básicos de nueva generación. 3.0. Por ejemplo:
  • si son gestionados por privados, que no tengan poderes omnímodos como hoy, en que un mismo grupo internacional controla el suministro y el tratamiento de aguas en la mayor parte del país.
  • tarifas reguladas más estrictamente y con más sintonía fina que hoy.
  • límite a las utilidades anuales más bajos que los actuales, porque hablamos de  negocios garantizados y ahí está su ventaja.
  • contratos no prorrogables mediante negociaciones directas, como sigue ocurriendo con las autopistas: en vez de relicitar se extienden los mismos contratos que siguen permitiendo reajustes demasiado por encima del IPC
  • y muy importante: superintendencias autónomas de verdad, con uñas y dientes para fiscalizar.
Es cierto que estamos enfrascados en las reformas tributaria, la previsional, la de la salud… Viene la gran reforma institucional; falta la modernización del Estado… 

Pero esta reforma, la de los grandes servicios públicos operados por privados, especialmente cuando disfrutan de monopolios geográficos, también es impostergable y puede favorecer, tanto o más que cualquier otra, la vida diaria de millones de ciudadanos.

No hay comentarios: