viernes, 20 de diciembre de 2019

Ahora, vamos al "proceso reconstituyente"

Se despeja el proceso constituyente, pero ahora apremia la agenda de las urgencias. 
En lo económico y lo social, necesitamos un "proceso reconstituyente". 
#ElADNdelDía




Suspenso despejado: ya tenemos itinerario constituyente. 

Las dos cámaras del Congreso aprobaron y despacharon la reforma que materializa el histórico acuerdo por la paz y una nueva constitución, que se consiguiera esa inolvidable madrugada del 15 de noviembre.

También avanzaron reformas paralelas, para tener paridad de género, escaños reservados para los pueblos originarios y oportunidades reales para los independientes.

Quedó al descubierto en estos días el abismo que hay dentro de los propios sectores políticos.

Los extremos se retrataron de cuerpo entero por lado y lado, y algunos vislumbran ya posibles realineamientos políticos a futuro.

En fin: Fue una semana de frenesí constitucional.

Pero con las mayores incertidumbres despejadas, la clase política tiene que volver a enfocarse ahora en la agenda de las urgencias. 

Sigue faltando el acuerdo en pensiones, los cambios en salud, afinar el ingreso mínimo garantizado, y una cantidad de proyectos diseñados para terminar con los abusos por aquí y por allá.

Migajas, para los más críticos.

Como sea, a estas alturas parece ineludible que el gobierno y quienes aspiran a ser gobierno definan sus “planes mayores” para el futuro.

¿Queremos reducir la desigualdad después de impuestos para emparejar de verdad la cancha entre los chilenos? Bueno, entonces tenemos que dibujar la ya insinuada macro-reforma tributaria, con horizontes a 3, 5, 10 años. Con pasos intermedios claros para llegar a una carga impositiva parecida a la de los países que queremos imitar.

¿Queremos que esa plata llegue de verdad adonde tiene que llegar? Bueno, para eso es indispensable reformar el Estado, que si sigue gastando como ahora nos va a llevar a todos a la bancarrota. También aquí tiene que haber avances por etapas, para lograr en un plazo razonable una mega-reforma del aparato público.

¿Queremos hacer todo esto de manera sostenible? Bien, entonces mucho más allá de la reactivación, necesaria y con apuro luego del porrazo económico, falta el gran acuerdo por el crecimiento en el largo plazo, única forma de recaudar de manera permanente esos impuestos y financiar todo lo que estamos discutiendo.

Agreguemos que la convivencia sigue dañada; la violencia reaparece día por medio; las desconfianzas se mantienen.

Aclarado en lo político el proceso constituyente, las autoridades y la clase política harían bien, entonces, en abocarse con urgencia, en lo económico y en lo social, al proceso reconstituyente.

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